
EL GAOTIE O EL TREN MÁS RÁPIDO DEL MUNDO
El gaotie o el tren más rápido del mundo
¿Dejará China de escalar puestos en algún área? El país de Confucio ha vuelto a impresionarnos en los últimos meses por los récords alcanzados en materia de alta velocidad ferroviaria. Concretamente entre las estaciones de Qianzhou y Fuqing, en la provincia vecina de Fujian, donde el tren de alta velocidad de sello chino alcanzó los 453 kilómetros por hora.
Pero para entender todo esto hay que echar un vistazo al sistema ferroviario chino en su conjunto. Entre la gama de trenes de velocidad media encontramos los trenes Z, que pueden llegar a velocidades de 160 km/h y disponen de asientos duros y literas, duras y blandas. Es una buena opción si en el viaje se busca el ahorro con pocas paradas. La gama T, que, para también en pequeñas localidades y municipios, solo alcanza los 140 km/h y dispone de los mismos servicios que el anterior. Y si lo que buscamos es introducirnos en la China auténtica con apeaderos en medio de ninguna parte, inaccesibles casi en coche, deberemos optar por la gama K, muy económicos y que solo alcanzan los 120 km/h. Tomar uno de estos últimos trenes retrotrae al viajero a la época más marxista del país y su incansable hincapié en la comunicación ferroviaria, sobre todo, de las zonas mineras y productivas del país. En todos ellos podremos encontrar un vagón restaurante con platos elaborados y bebidas calientes y un servicio de reparto de comida y productos para picar de carrito que recorre de vez en cuando todos los vagones anunciando sus productos.
En estos trenes es donde el turista extranjero puede conocer de primera mano una población más auténtica y rural, además de fumar en los descansillos que hay entre los vagones.
Pero si lo que queremos es introducirnos en la China más desarrollada y moderna tendremos que tomar la opción más cara, el llamado gaotie, o tren de alta velocidad. Entre los más lentos de esta gama, tenemos la variedad C, que suelen conectar dos ciudades de forma directa y sin paradas, alcanzando una velocidad de 200 kms/h. Asientos disponibles en tres clases diferentes con precios relativamente ajustados. Algo más rápido, con una velocidad máxima de 250 kms/h, es el tipo de tren clasificado como D y que, además de asientos, también incorpora literas de diferentes clases y precios. Y la joya de la corona de la ingeniería pública china el modelo G con más de 350 kms/h alcanzados en muchos de sus tramos. Por su velocidad y comodidad son los elegidos por los extranjeros para hacer turismo en el país y por la cada vez más grande clase de empresarios y hombres de negocios chinos que necesitan desplazarse de manera efectiva y rápida por el país y no quieren las interminables colas y controles de los aeropuertos.
El primer trayecto en tren de alta velocidad se inauguró en 2008 entre las ciudades de Pekín y Tianjin, de apenas 100 kilómetros de distancia. Hasta ese momento España era el primer país en kilómetros de vías de alta velocidad en el mundo. Hoy China tiene cerca de 40.000 kilómetros de vías de alta velocidad y lo ha conseguido en menos de 15 años, habiendo planes de otros casi 2.000 kilómetros más para los próximos años. Como datos curiosos, resaltar que las nuevas vías no las están construyendo a nivel del suelo sino sobre pilares a metros del suelo, con el planteamiento de conseguir velocidades mucho más altas en las próximas décadas y poder aprovechar las instalaciones. Incluso algunos canales de televisión nacionales disponen de trenes bala para poder ir rodando en directo antes de la llegada del tren a la ciudad de la noticia.
Entre los retos del futuro de China está el de conectar los casi 1500 kilómetros que separan Pekín de Shanghai en menos de cuatro horas con nuevos prototipos de tubos al vacío.
¿Veremos en un periodo de tiempo breve estos avances?


