byd el coche eléctrico

BYD EL COCHE ELÉCTRICO

¿Por que las grandes compañías automovilísticas mundiales temen a la china ByD?

En la milenaria ciudad de Xi’an, donde los guerreros de terracota, se funda en 2003 la marca de
coches BYD tras la fusión de varias compañías menores. El primer visionario fue Wang Chuanfu,
que aún sigue en la dirección de la compañía y que ampara a más de 60.000 empleados bajo su
paraguas. En sus primeros años, la marca se centró en el desarrollo interno de las fábricas de
producción y en la profesionalización de sus empleados, llegando a ser líder en el sector chino
allá por el año 2008, habiendo albergado varios fracasos millonarios entre sus apuestas de futuro.
La fabricación del BYD Auto vino a resolver todos los problemas de la compañía: habían
descubierto lo que los usuarios querían comprar; ahora solo tenían que explotarlo.


En el año 2008, poseían plantas en Xi’an, Shenzhen y Pekín; con una planta de I+D en Shanghái.
Viendo la rápida expansión de la marca, la dirección resolvió reducir el número de vehículos
producidos a medio millón anual e intentar incrementar la calidad de los mismos. Fruto de esa
visión surge el F3e, primera versión eléctrica de automóvil de la marca, que fue un absoluto
fracaso. El propio Wang presentó unos años después el F3DM, una versión híbrida que sí calaría
entre el público chino. Sería el pistoletazo de salida para la firma de convenios públicos para la
fabricación de autobuses urbanos híbridos por todo el país. Fue en este momento cuando
desarrolló su sistema de carga rápida de mitad de la batería en 30 minutos, lo que hacía de sus
vehículos un bien muy estimable.


En 2010 firman un acuerdo con la alemana Mercedes Benz para desarrollar una línea de coches
de producción conjunta al 50%. La línea Dynasty Series vio la luz unos años después, coches de
arranque por gasolina y autonomía eléctrica posicionando a la marca como la eléctrica mas
comprada del mundo en 2014. Estos coches pasaron a ser completamente eléctricos en la
exposición de Shanghai de 2017. La crisis económica producida durante la época covid golpeó
fuertemente a la empresa que dependió en su mayoría de ingentes ingresos gubernamentales
para sobrevivir.


Tras este periodo, la empresa se lanzó al mercado internacional, lo que reportó una venta de más
de 3 millones de vehículos vendidos en menos de tres años, aunque China seguía siendo su
principal mercado. En las navidades de 2023 BYD se convertía en la primera marca mundial de
coches eléctricos, superando holgadamente a su competidora americana Tesla. La gama europea
irrumpió en en el mercado entrando por Noruega y equipando a los coches con sistema de
navegación propio, carrocería nueva y sistemas reformados: un coche nuevo para un mercado
nuevo. El éxito fue rotundo y empezaron a desarrollar coches de corte más deportivo, por un
lado, y una línea más pequeña y económica por otro.


A finales de 2023, Wang hizo un llamamiento a todos los productores chinos para que se unieran
a él en la carrera internacional de lo eléctrico compitiendo contra las marcas extranjeras.
¿Quedará tostada para la General Motors Americana?


La GM ha visto en el gigante asiático su contrincante más fiero y por ello ha buscado a la
desesperada socios chinos que le ayuden en el diseño, producción y distribución de una nueva
línea de coches eléctricos. Se han unido a la china Wuling y han producido una serie de vehículos
eléctricos para el mercado asiático que no han tenido tanta aceptación como los de BYD, a pesar
de su bajo coste. El más vendido en China sigue siendo el modelo BYD Dolphin que, aunque algo
más caro, goza ya de una gran fama y seguridad entre los usuarios.


Pero, ¿por qué seguimos empeñados en despreciar los productos chinos y nos sumamos a las
campañas de publicidad contra el gigante asiático? ¿Será que realmente no gozamos de la
libertad que creemos y aún estamos dejándonos hacer por los otrora dueños del mundo?

escenario chino
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